Antojos al ataque: primeros síntomas de mi embarazo
Qué te provoca comer, qué debes comer y qué comes durante el embarazo... Yo deliraba por esto:
El primer indicio de que podía estar embarazada fue cuando mi esposo dijo "pollo frito" y se me hizo agua la boca de un modo nunca antes visto. Debía yo tener muy pocas semanas de embarazo al punto que era sólo una sospecha. No sólo fue esa señal, también rechacé una cerveza fría que en otra circustancia me habría tomado con delirante placer. Además, algunos olores, se acentuaban al punto de que podían hacerme sentir náuseas. Este pollo que adoré en el primer mes, en el segundo mes, no fue igual... Tuve la mala experiencia de comerme una milanesa que casi me hace vomitar, por lo que ahora pienso en pollo y realmente, lo dudo un poco. He optado locamente por ensaladas de fruta, de vegetales, helados de fruta, granos, arroces con vegetales, risottos, jugos de variadas combinaciones de frutas, tortas de zanahoria, tazas de avena con chocolate, etc.
El café se convirtió en un olor extraño para mí. Yo me tomaba hasta 2 tazas de café diarias. Era amante del café. Ahora, de forma natural, desde que confirmé mi embarazo, comencé a rechazarlo. A veces el olor se me hace insoportable, aunque no es siempre.
El olor del cigarrillo sí que es vomitivo para mí. Mi madre y mi abuela son fumadoras. Yo lo fui por mucho tiempo durante mi época universitaria, hasta que el deporte y ahora la maternidad me hicieron controlarme. Desde hace 2 años que no fumo y me siento genial, pero olerlo es peor que fumarlo, por eso, siento que muero cada vez que alguien fuma y puedo percibir el olor desde muy lejos. Ahora que estamos embarazadas nuestro sentido del olfato se vuelve superior. Por ahora, no he tenido la mala experiencia de vomitar aunque sí náuseas matutinas y por estímulo de ciertos olores. Es normal. A cuidarse y comer rico.
Aunque no soy una cocinera empedernida, sí me encanta cocinar y experimentar. He notado que desde que estoy embarazada siento un deseo acrecentado por hacer mi propia comida. Por asegurarme de qué me estoy comiendo y hacerlo con todo el amor posible. He tenido suerte ya que, como trabajo desde casa, puedo organizar mejor mi tiempo para dedicarme a cocinar.
Lo importante es saber escuchar a nuestro cuerpo y siempre comer. Al principio las náuseas matutinas eran por el hambre que tenía al despertar, pero era tanta hambre que no sabía qué comer porque las náuseas no me dejaban pensar. Así, lo mejor es que cuando despiertes, si tienes náuseas, empieza tu día muy lento. Nada de ajetreos. Levántate, ve al baño y cómete una fruta. Si ya puedes tenerla picada desde el día anterior, excelente, sino pícala con suavidad y así el olor te va abriendo el apetito y calmando las náuseas. Yo suelo comer frutas picadas por la mañana como primer desayuno, luego pudes optar por algo más sólido como pan con mermelada, galletas, avena, pan con jamón y queso, arepas, o lo que te provoque. Siempre hay que comer. Lento, pero hay que comer. Y no dejarnos llevar por el impulso de que como estamos embarazadas podemos comer como cerdas. Recuerda que sólo 1 ó 2 kilos al mes. Come y cuídate y siempre disfruta de tu embarazo. Ya me dio hambre... voy a hurgar la nevera.
Nota: En mi instagram puedes ver algunas fotos de mis antojos más recurrentes y mis platos de comida. Disfrútalos.