Estoy embarazada: ¡Lo sabía!
¡Estoy embarazada! Qué gran noticia poder confirmar que todo lo que yo sentí era un certeza. Recuerdo cuando veía imágenes de un óvulo fecundado en un taller de cine documental y sentí algo rarísimo, como una señal. Me dije: me siento embarazada pero como nunca lo he estado no puedo comprobarlo. Apenas tendría días de estarlo. Mi regla aún no tenía retraso. Así seguí confiando en mi cuerpo y en mi instinto y supe que algo pasaba dentro de mí.
Era la mística de la naturaleza. Mis senos hinchados parecían indicar que me vendría la menstruación. Mi mal genio, mi sensibilidad... Esas ganas de llorar que comienzan con un ardor en la nariz. La sensación de fragilidad. Entonces me dije que no me haría la prueba de sangre hasta que pudiera tener 1 semana de atraso. Mi último periodo había sido de 36 días. Debía esperar al menos hasta el día 42 para tener un atraso. En ese momento comencé a entonar daimoku con mucha fuerza y decretando que estaría lista para el sí y el no, lo cual me entristecería porque sería como el autoengaño.
Oré depositando mi certeza en que estaba embarazada de una niña. De una niña sana. En ese momento explotaron en el país muchas protestas llenas de violencia, así que más que nunca sentí que estaba embarazada, ya que eso representaba el mayor reto en mi vida tratándose de la realidad, el reto y la misión que mi bebe traería. Sentía que el país vomitaba para sanarse luego. Ojalá pronto. Sentía que todo ese caos era la señal de que algo muy bueno se anunciaba. Mientras tanto mi cabello se volvía más lacio, mi hambre aumentaba y dormía largas siestas. Me sentía exhausta. Suspiraba a cada rato como si me faltara el aire.
Por fin me hice la prueba el 25 de febrero de 2014 ¡Positivo! Debía tener 6 semanas contando desde mi último período que fue el 15 de enero. 5 días después de mi boda...
Realmente deseaba quedar embarazada. Hacíamos rituales. Contábamos los días para hacerlo en el día acertado. Me paraba de cabeza y visualizaba el semen alcanzando mi óvulo listo. Ritualizaba, cantaba canciones y mantras como Nam Myoho Renge Kyo. Veía la imagen del bebé y su cordón umbilical. Sentía la abundancia y la fertilidad. Ahora que era cierto sólo debía ser paciente y más feliz que nunca.
Comenzaron las náuseas matutinas pero sólo fue un día. Leí y me informe acerca de todo. Es lo que me queda ya que no puedo ir al doctor porque el país está paralizado. Debo fortalecer mi fe y no permitir que nada me perturbe. Ahora tengo una misión mucho más grande y me honra saber que me ha sido consagrada. La celebro y la respeto. La vivo con completa responsabilidad. Ya no más sentimientos negativos, ni refresco o químicos, nada de cosas que nos pongan en riesgo. Es difícil comenzar a sentirse como alguien que lleva alguien adentro. Es único. Se lo deseo a todos. Me siento bendecida y afortunada por Simón. Es un esposo fantástico. Me cocina, me conciente, me ama y me da mucha paz y seguridad. Es un padre maravilloso y sé que cuando nazca nuestro bebe será perfecto. Ya lo es.
Comenzamos nuestro proyecto fotográfico para documentar la evolución de la panza. Semana a semana veremos qué pasa y cómo crece junto a mis pechos. Leí que esta semana se forma el cerebro de mi garbancito. Crece 1 mm por día y mi amor también crece. Ayer pude conectarme con mi panza y "Lara". Si es niña la llamaremos así. Tenemos la sensación que será niña pero en el fondo sólo deseo que sea lo que universo necesita para brillar. Que sea un guerrer@ de la paz y que venga a este mundo rebosante de salud y alegría.
He estado leyendo mucho sobre budismo para no permitir que mi mente me domine. Es normal sentir cosas y que me invada la inseguridad y la duda pero no debo permitir que eso sea recurrente. Debo fortalecerme y confiar plenamente en la Ley Mística. No hay nada imposible para ella. Yo soy ella. Ya deseo saber el sexo para escribir a Sensei (mi maestro budista) y reportar mi victoria una vez más. Mi bebé es un beneficio. Estoy segura. Por eso sólo puedo sentir gratitud absoluta. Bienvenid@ seas a mi existencia beb@... Te amo desde el tiempo sin comienzo.
