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Mi primer mes de embarazo


Todo lo que pasa dentro de ti se reflejará afuera también. Por eso debes estar muy alerta a las señales que da tu cuerpo. El cuerpo es sabio y te guiará. Aunque nunca debes dejar de consultar a tu médico en caso de dudas o malestar.

La mayoría no sabemos que estamos embarazadas, aunque lo sospechemos. Algunas mujeres lo notan hasta que falta la menstruación, otras en cambio, pueden estar tan conscientes de su embarazo que saben el día en que su bebé fue concebido! Yo puedo decir que desde el primer momento supe que estaba embarazada, era sólo cuestión de tiempo.

Por eso, el primer mes es bastante raro porque todavía no creemos que dentro de nosotras hay algo creciendo. Pero sí, créelo. Y prepárate. Debes ser más fuerte que nunca y protegerte de cualquier influencia. Todos querrán aconsejarte y opinar sobre tu vida ¡Hasta te pondrán a pensar en el parto! Aquél evento tan lejos todavía y que ni siquiera podemos imaginar. Suspiro. Son nueve meses. Escucho con amor todo lo que dicen pero no le creo a todos. Creo que lo más importante es hablar con tu pareja y tu doctor. Los lazos que existen entre el papá y tú deben fortalecerse. Si eres de esas mujeres cuyo papá no está presente o no lo sabe aún, dale la noticia y confía en ti. Si no tienes una buena relación con el papá, no te angusties, no estás sola. Cada bebé es una luz que irradia a todas sus anchas. No es momento para deprimirte, aunque tu cuerpo parezca decirte: llora, llora, llora... ¡estamos muy sensibles! Sólo haz lo que tu cuerpo te pida. Duerme, come sano, mentalízate, llora, canta, pero ¡cuidado! No inventes mucho mira que estos primeros meses son delicados. Si haces ejercicio, es momento de parar y bajar el ritmo, si fumas, ¡déjalo!, si tomas, ¡déjalo! No le trasmitas a tu bebé tus inseguridades ni tus errores. Es tiempo de limpiarte y de sanarte.

Mi primer mes estuvo lleno de sueño en todo su sentido, el sueño por cansancio y el sueño de querer estar embarazada. Mi mal humor no era normal porque sentía que algo estaba diferente... era como esa sensación de cuando te va a venir que sabemos que estamos "hormonales" y sencillamente, sabemos que nuestra "luna" se acerca. Pero yo sentía que era mucho más fuerte y por esto me puse muy sensible. Quería llorar... recuerdo una vez escuchando una canción de Zoé: "Luna" http://www.youtube.com/watch?v=oewCFNoUeSU sentí que era el llanto de una mujer suplicándole a la luna tomar su óvulo y permitirle ser fecundado, diciéndole a su maternidad "como un vicio que me duele quiero mirarte a los ojos".

Sentía que mi cuerpo retenía mi óvulo y esa novedad estremecía mi cuerpo. Siempre escuché que la menstruación era como el llanto del cuerpo porque no ha sido fecundado, claro, cuando es una regla de verdad, no el sangramiento por deprivación que tenemos cuando tomamos píldoras, me refiero a un período en donde logramos conectarnos con nuestra feminidad y nuestra esencia. Bueno, eso sentía pero no me bajó. Sentía flujo goteando y me decía, "si veo sangre, lloraré". Realmente estaba deseando entregarme a la maternidad y con mi plena consciencia quería que fuera una realidad. Todavía no tenía atraso, era una sospecha de una cierta certeza... me dediqué a mentalizarme y sentir que yo soy capaz de hacerlo. Confiar en mí misma y permitirme vivir este momento. Esperé el atraso, y me hice la prueba que confirmó mi certeza. Para ese momento ya tenía ¡6 semanas! Así, el primer mes pasó rapidísimo.

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