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El quinto mes... El despertar


El quinto mes es realmente sorprendente ya que es cuando en realidad sentimos que ya estamos embarazadas. La panza se empieza a notar y eso es un logro, ya que poder ser tratadas como dignas embarazadas es algo muy valioso. Si antes se nos notaba el embarazo (tal vez por nuestro mal humor y nuestro malestar), ahora se hace más evidente por nuestra pancita. Aunque es pequeña, se está manifestando. Es como un nuevo despertar en nuestro embarazo. Cada mes cambiamos tanto que es una completa montaña rusa, montaña cósmica, montaña mágica, poder sentir los cambios en nuestra mente, cuerpo y espíritu.

Adiós Ropa:

La ropa de verdad ya no te cierra. Es momento de hacer una (primera) limpieza de closet y empezar a guardar lo que ya no nos queda. Esto tendremos que hacerlo los siguientes meses ya que cada mes nos ponemos, inevitablemente, más grandes. Toda esa ropa que estire, que sea larga, cómoda, floja o ajustada pero que te haga sentir cómoda, déjala a la mano.

Apetito voraz:

Como ya nos sentimos mejor, el apetito se incrementa de una forma especial. Es el momento de observar cuidadosamente tu dieta pero no para sufrir, sino para inclinarte por lo mejor que puedas darle a tu cuerpo. Nútrelo de verdad. No descuides el hierro, la fibra, la fruta, el agua, el calcio...

Ya a este punto he aumentado 5 kilos exactos y aunque no he sentido que he exagerado en mi alimentación, sí he escuchado a mi cuerpo. Trato de comer repetidas veces, muchas merienditas durante el día (merienditas sanas, como frutos secos, semillas, jugos) y mucha pero mucha fruta cada mañana. Ahí sí que no me reprimo. Si siento deseo de comer algo, lo pienso un segundo (sólo un segundo) y luego si me sigue provocando, lo ataco.

Mejor humor:

Es cierto que no es fácil comprendernos. Yo a veces no me soporto a mí misma, pero es algo irracional. Es decir, sé que se trata de las hormonas, pero simplemente, hay cosas que no puedo callar, reprimir y esa "volatilidad", ese mal humor, parece controlarse un poco. Naturalmente, nuestro cuerpo no deja de producir hormonas ni de revolucionarse ya que día a día nuestro bebé crece y esos cambios constantes y sostenidos, tienen un impacto poderosísimo en nosotras. Creo que el hecho de "verme" más embarazada ayudó mucho a mejorar el humor, pero sin duda, ya nuestro cuerpo está un poco más adaptado a nuestro embarazo, y a pesar de que nuestro útero crece y crece, es posible sonreír, cantar y ver con convicción el lado hermoso de la vida, desde los ojos profundos del embarazo.

Energíaaaaaa:

¡Sí! quiero hacer mil cosas. Quiero aprovechar el tiempo al máximo y ser una madre activa. Estos pensamientos se pasean a diario. Es momento de hacer (con cordura) todo lo que podamos. Todavía no estamos tan grandes y nuestros niveles de energía han aumentado notablemente. Lo más importante es no confiarnos demasiado de esa energía y saber parar, saber descansar. Nuestro cuerpo está en constante cambio (de forma, de peso, de todo) y el equilibrio varía, por eso, mucho cuidado con andar apuradas y aceleradas. Una cosa es activa, pero sin atorarse... Mirando bien donde se camina, cuidando el centro de equilibrio, no hacer peso, y nada de andar apurada que no existen mujeres embarazadas apuradas. (Dulce espera, recuerda).

El ataque de los mocos:

La cantidad de mucosas que producimos es exorbitante. Nunca había visto tanto moco, saliva y flujo vaginal en mi vida. El tapón mucoso se hace cada vez más prominente (o eso pareciera), y siento el goteo constante. La salvación para algunas son los protectores diarios, pero para mí, son las pantaletas de algodón, anchi largas como de camionera.

La nariz amanece congestionada. Tranquila, no es gripe. Es que estás produciendo mucho más moco que antes. Los monstruos que sacarás de tu nariz te sorprenderán. Lo mejor es acostumbrarse a usar pañuelo y tomar bebidas calentitas por las noches.

Boca seca y sed eterna:

Despertar a media noche o cada cierto tiempo durante la noche y sentir que llevamos días en el Sahara es algo recurrente durante este mes. Hay una necesidad demente en nuestro cuerpo por hidratarse ya que cada día aumenta la cantidad de líquido amniótico y nuestra sangre. Los líquidos de nuestro cuerpo están en constante aumento y debemos mantener este hábito de consumir mucha agua (no jugos y otras bebidas, sólo agua) durante todo el embarazo. Este momento de resequedad es perfecto para aconstumbrarnos a tener nuestro termo de agua full todo el tiempo. No importa cuantas veces debamos levantarnos a orinar. Lo importante es tomar mucha agua (8 vasos mínimo) ya que muchas veces la sed se confunde con hambre y pensando que tienes hambre de helado, jugo, o ciertas cosas, tal vez un buen vaso de agua fresca te ayude a nutrirte mucho más.

Dormir sobre el lado izquierdo:

Es hora de olvidar la deliciosa cama cuando se está boca abajo. Aunque la panza crece todavía podríamos dormir de medio lado (boca abajo) con ayuda de almohadas. Sin embargo, lo mejor es que te acostumbres a dormir del lado izquierdo. Yo lo hago cada noche y coloco almohadas entre mis piernas y a medida que la panza crezca este hábito será glorioso para poder conectarnos rápidamente con Morfeo. Además, si dormimos boca arriba aplastamos la vena cava (lo mismo que si dormimos del lado derecho) y esto puedo bloquear el correcto flujo sanguíneo hacia nuestro bebé. Por este motivo, lo mejor es dormir sobre el lado izquierdo.

Nombres - nombres - nombres:

Seguramente ya sabes el sexo. Inmediatamente surge la necesidad de nombrar a este ser maravilloso que ha llegado a nuestras vidas y que ahora que sabemos su sexo, debemos identificar. Este proceso es hermoso pero complejo. Nunca experimenté tanta preocupación por dar un nombre. Cada nombre que pasaba por mi cabeza (claremente casi todas las mujeres tenemos una lista de nombres desde antes de quedar embarazadas) lo analizaba, lo combinaba, lo soñaba rodeado de regaños, de elogios, de alegrías y así. Qué responsabilidad. Cada nombre (aunque se repitan en las personas) tienen una energía única en cada persona y en la psicogenealogía hablan de cosas muy profundas sobre la herencia genética de los nombres. Es decir, muchas personas pueden sentirse estigmatizadas por tener ciertos nombres. Tal vez se sientan obligadas, presionadas, a ser de una determinada forma porque "tienes el nombre de tu padre que fue un hombre luchador, trabajador, estudió 4 carreras, habló 5 idiomas y logró...etc, etc, etc". Sin embargo, yo creo que más allá de ser una etiqueta o un estigma, los nombres permiten describir las relaciones que tenemos con el mundo y su interpretación, pero sobre todo, en cómo enseñamos a nuestros hijos la libertad de ser a pesar de todo. Es decir, al yo llamar a mi hijo como su papá, debo enseñar a mi hijo a ser único a pesar de su papá y a sar él por encima de todo y sin importar nada más. Es una tarea que no tiene nada que ver con el nombre que uno lleve, sino con la capacidad de descubrir nuestra identidad verdadera, esencial y nuclear. Enseñar esto es, enseñar empoderamiento, libertad, autenticidad, autonomía y respeto. Cada quien es como es y por el simple hecho de SER ya merecen el máximo respeto.

¡Se mueve!

Lo más emocionante de este mes, es sin duda, experimentar sus primeros movimientos. Yo siempre dudaba si era un gas o era mi bebé. Hasta que un día comencé a entener que si sentía burbujeo sobre mi ombligo era mi estómago, y si era por debajo del ombligo era mi bebé. Normalmente era hacia los costados. Un burbujeo diferente. Un revoloteo de alegría que sentía en mi vientre y entonces yo sólo agradecía al universo la belleza de sentir la vida dentro de mí. A veces el movimiento venía como un leve y sutil toquecito desde adentro. Era un toque puntual en mi barriga como si desde adentro me dijera "Hey, estoy aquí. Chao" porque luego pasaba horas esperando a que volviera a moverse.

Este despertar es maravilloso. Sentirme embarazada es una bendición ¡Bienvenido mes 6!

Paisaje de fantasía

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