El octavo mes: La cima es la mitad del camino
El octavo mes: La cima es la mitad del camino
Semanas 31 a 35
Este mes es tan único como todos los que he recorrido. Cada etapa del embarazo es mágica y realmente nunca dejo de sorprenderme de la sabiduría de nuestro cuerpo para adaptarse a la nueva vida dentro de nosotras.
Ciertamente es un mes donde reina el cansancio. El peso de nuestro cuerpo, el tamaño de nuestra panza son factores que determinan nuestro ritmo de vida. Ya no podemos hacer ciertas cosas y nos sentimos en verdad muy pesadas. Incontables veces le pido a mi esposo que me amarre los zapatos, que me recoja esto o aquello del piso... incontables veces necesito sentarme a respirar, levantar las piernas, tomar mucha agua y sobre todo levantarme muy despacio de donde me haya "empotrado". Y es que cada vez que me siento, me lo pienso dos veces al levantarme. Ni hablar de caminar bamboleándome de un lado al otro. Es tan gracioso que trato de hacerlo con un poco más de gracia :D
Cuando estoy sentada, siento la enorme panza apoyarse sobre mis piernas y es como una maletita que está allí, llena de vida.
El octavo mes está lleno de tumbos y vueltas en la cama con largos gemidos entre calambres, la búsqueda de la posición ideal para dormir, los fuertes movimientos del bebé que te despiertan, el crujir de las caderas, la presión en la pelvis, las ganas de orinar porque el bebé presiona la vejiga, la sensación de que todo puede pasar en cualquier momento... Es un mes de mucha intensidad emocional donde ya debemos tener todo claro sobre cómo queremos parir y dónde, y sobre todo: POR QUÉ QUEREMOS HACERLO DE ESA FORMA.
Por esto es un mes también para prepararnos de lleno al parto. Yo hago muchos ejercicios físicos, como yoga, enfocados en la apertura de las caderas y la pelvis, me gusta caminar y mantenerme activa para sentir como mi corazón bombea mucha sangre y oxígena a mi bebé (claro, sin exagerar, siempre escuchando nuestro cuerpo).
Entre los ejercicios fundamentales para el parto está el masaje perineal. Este masaje es todo un arte y una ciencia. Lo primero es contar con un aceite especial para ello o una crema que en algunos países venden especialmente para ello. Yo le he pedido a mi esposo su gentil colaboración ya que no logro alcanzar bien para masajear. Puedes ver un video acá: http://www.youtube.com/watch?v=5EtMFK77oIc
La preparación al parto, claramente no es sólo física, es mucho más psíquica, emocional, espiritual que otra cosa. Así que durante este mes me enfoqué en conectarme con mi lado mamífero y creativo (capaz de crear su escenario perfecto para parir). Dibujé muchos mandalas (que seguiré haciendo durante este noveno mes), y sobre todo intento descansar cada vez que puedo. La sensación de que debo tener las "pilas puestas" porque no sé cuándo ocurrirá el parto, hace que todo se vuelva tan intenso e impredecible que lo mejor es tomarlo con calma.
He leído cualquier cantidad de libros y artículos sobre el parto y el embarazo, pero nunca dejo de lado mi cerebro primal. Es decir, tenerlo en cuenta, saber que él es quien guiará el momento del parto.
Entre los libros están:
Sacred Pregnancy de Anni Daulter. Excelente. Está sólo en inglés, lamentablemente.
Ina May Gaskin Guide to Childbirth.
Essential Guide to Homebirth.
Además de toda la info que abunda en la web.
Otra de las maravillas de este octavo mes es que sentimos que si bien hemos llegado lejos, en realidad la "cima es la mitad del camino", es decir, estamos muy cerca de la meta, pero comienzo a tomar conciencia sobre otras cosas relacionadas con la maternidad. No es que me esté adelantando a los hechos, simplemente, trato de comprenderme y conocerme para saber que luego que nazca mi bebé la historia será otra, será el descenso de esa cima, pero el inicio de otra ruta, de otra meta, de otra cima. Por esto mismo, necesitamos sentir que tenemos todo bajo control en cuanto a la llegada del bebé y las necesidades que creemos básicas del recién nacido. Esto no es otra cosa que "el instinto de creación del nido".
El instinto de la creación del nido es hacer listas, listas y más listas, con las cosas que consideramos esenciales para nuestro bebé. Hay que tener cuidado porque podemos volvernos compulsivas. Yo me sorprendí de la cantidad de necesidades infundadas socialmente. Es importante tener muy claro qué necesitaremos y qué nos hacen creer que necesitaremos. Piensa bien para qué quieres cada cosa y por qué. Yo he hecho una lista de cosas básicas siempre pensando en lo práctico, lo real y la economía:
Bebé:
Cuna: De segunda mano pero en perfecto estado.
Coche: Nuevo y realmente moderno. En esto sí que no escatimé. Vivo en una zona montañosa y quiero sentirme cómoda paseándolo por todos lados, especialmente en la tierra. Así que compré un coche de 3 ruedas bastante deportivo pero sé que será perfecto.
Porta bebé: Venía con el coche, así que mejor. Sirve para colocar el bebé en el coche mientras está muy pequeñito. También sirve para colocar en el suelo y mecerlo cómodamente.
Moisés: Es un regalo de mi madre. Es una cunita portátil muy cómoda para tenerlo en su espacio pero cerca. Fácil de llevar y acogedor.
Canguro: Para cargar al bebé en tu pecho de una forma cómoda y segura.
Pañales de tela: 100% algodón orgánico.
Pañales desechables: Siempre son útiles y necesarios aunque es una pena que sean tan "plasticosos".
Almohada para amamantar: Una almohada que colocas en tus piernas y sobre ella colocas a tu bebé para que pueda estar más cerca de tu pecho y tu espalda y brazos no se cansen tanto. Así puede contemplar a tu bebé y concentrarte en el hecho de que ¡estás lactando! ¡estás enviando vida, pensamientos, emociones y energía a través de tu leche! es en verdad un momento muy importante. No se puede estar mirando la tele y dando teta.
Gorritos, manoplas, onesies y medias o escarpines: Combo clave. Esencial para el recién nacido que necesita estar abrigadito, cómodo y suavecito. Sus uñitas tal vez no quieras cortarlas, para eso las manoplitas y para que se sienta como el útero. Su cabecita tal vez está cónica por el parto y el esfuerzo que hizo al pasar por el canal, además está muy suave su cráneo. No está nada mal cubrirlo delicadamente. Igual los pies. Para esto las mediecitas o escarpines o pantoloncillos con botita incluida. Onesies son perfectos bodies para colocar siempre y fáciles de desabotonar abajo para cambiarlo. Vale decir que todo es 100% algodón. Nada de etiquetas, córtalas, y lava la ropita con jabón que no huela mucho, recuerda que es un bebé y los olores que desea sentir son el de tu piel, tus hormonas, tus pechos, tu leche.
Cobijas o mantas de recién nacido: Igual son de algodón y nunca sobran.
Pañalera: Un bolso esencial para organizar todo lo que necesites llevar contigo además del bebé. Hay muchos modelos para elegir. Lo importante es que sea cómodo de llevar.
Kit de primeros auxilios: Termómetro digital, saca flema, corta uñas, medidores y otras cositas que nunca está de más tener.
Cremas para la pañalitis: Cremas 100% orgánicas. Nada de petrolato o cosas químicas. Cuanto más natural, mejor. Esta marca es reconocida, pero existen muchas cremas artesanales que son excelentes.
Aceite de bebé: 100% orgánico de ajonjolí.
Mamá:
Almohadillas para pezones: Algodón 100% lavables para los pechos y los brotes de leche. Son prácticas y suaves.
Crema para pezones: Cera abeja 100% natural para evitar la irritación, libre de lanolina y químicos que molesten al bebé. 100% orgánica.
Aceite para el parto y el bebé: Sirve para el masaje perineal antes del parto y durante. Es 100% natural con lavanda y aceite de karité.
Brasiere para amamantar: 100% de algodón. Modelo deportivo. (Mira que las mamas debemos cuidarlas para que no se nos chorreen y la espalda no nos duela). Aunque suene superficial, siempre he pensado que debemos cuidarnos y amarnos ya que nuestro cuerpo cambia mucho durante el embarazo, luego con el parto y post parto, la idea es seguir cuidándonos.
Faja post parto: Reafirmar el lugar de nuestros órganos no está de más. Es bueno escoger una faja gentil, que nos cubra sólo el abdómen, no una de faja estilo traje de submarinista que no nos deje respirar, amamantar, hablar, etc. La idea es que durante el primer mes post- parto, noa ayudemos a recuperar el lugar de cada cosa. Hay que decir, como siempre, que nada de lo que yo sugiero es la regla. Hay mujeres que detestan la idea de usar fajas. Yo opino que una ayudadita no está mal y siempre, eso sí, se trata de hacer lo que nos haga sentir bien. Esa es la única norma.
Sin lugar a dudas, el octavo mes está lleno de conversaciones sobre el parto. Ya todos quieren saber cómo has pensado hacerlo, y seguramente muchas personas opinarán. Manténte firme en tus convicciones y haz tu plan de parto. Seguramente ya has pensando en un altar de parto (Te invito a leer sobre esto en el siguiente post). O tal vez, has pensando en todos los detalles pendientes al momento de parir en el sitio que hayas escogido. Lo importante es honrar el camino realizado hasta ahora. Hemos llegado hasta acá, y cada día es una nueva aventura. Hay que celebrarla con descanso, armonía, una buena alimentación y mucha paz.
Otra de las actividades claves de este mes es la visualización del parto un ejercicio que debemos hacer todas. Escoge un momento en el que te encuentres sola y tranquila, cierra los ojos y respira. También puedes escribirlo si lo prefieres, pintarlo, crearlo a través de alguna representación artística. Lo importante es proyectar nuestras intenciones y deseos y así, alejar los miedos. Soñar despiertas, y confiar en nuestro cuerpo. Este es un buen momento para escribir las afirmaciones que te empoderan en tu parto. Esas frases que te dicen, que piensas, que lees, que encuentras y que te llenan de fuerza para seguir confiando en ti misma:
"Parir es poder"
"Confío en mi cuerpo perfecto de mujer sabe qué hacer"
"Estoy hecha para parir"
"Soy el canal perfecto de amor y confianza para recibir a mi hijo"
"Yo puedo"
"Yo puedo parir"
"Soy todas las mujeres y eso significa todo el poder"
Esta es de mis favoritas y la coloqué sobre una fotografía de una montaña hermosa donde vivo y que tiene un gran valor emocional y espiritual para mi.
Estar cada vez más cerca del "gran día" me hace sentir afortunada. Pero como dije al comienzo: "La cima es la mitad del camino". No dejo de soñar con mi bebé y con descubrir la madre con la que él sueña.
¡Feliz embarazo!